Revisado clínicamente por
Virginia Millán Carretero
Escrito por
Equipo OsteoStudio
Actualizado el
28 Agosto, 2025
El dolor articular y la rigidez no deberían marcar tu día a día. En OsteoStudio, nuestra clínica de fisioterapia en Barcelona, evaluamos tu caso con detalle para identificar el tipo de artritis, cómo te afecta y qué necesitas para mejorar desde la primera sesión. Combinamos educación clara, ejercicio terapéutico individualizado y técnicas complementarias para reducir el dolor, recuperar la movilidad y ganar confianza en tus actividades cotidianas.
La artritis es un término paraguas que describe la inflamación de una o varias articulaciones. Esa inflamación afecta a la membrana sinovial y a los tejidos que protegen la articulación, generando dolor, rigidez e hinchazón. Existen distintos tipos: las inflamatorias autoinmunes (como la artritis reumatoide o la artritis psoriásica), las microcristalinas (p. ej., la gota), las infecciosas (artritis séptica) y, en otro grupo, la artrosis (osteoartritis), que es más degenerativa y mecánica que inflamatoria.
En la práctica, artritis e artrosis comparten síntomas, pero su comportamiento es distinto: en las inflamatorias suelen aparecer brotes y rigidez matutina prolongada; en la artrosis predomina el dolor con la carga y mejora al moverse. Nuestro papel es identificar el tipo y adaptar el plan: ejercicio y educación como base, y coordinación con reumatología cuando sospechamos una forma inflamatoria que precise tratamiento médico específico.
Los síntomas varían según el tipo y la articulación, pero los más frecuentes son:
Dolor articular que puede empeorar con ciertos movimientos o tras periodos de reposo.
Rigidez, a menudo al despertar; en formas inflamatorias dura más tiempo.
Hinchazón y calor local, con sensación de articulación “engrasada” al empezar a moverse.
Pérdida de movilidad y limitación funcional (dificultad para abrir tarros, escribir, subir escaleras).
Manos y muñecas: rigidez en nudillos, pérdida de fuerza de agarre y dificultad con pinzas finas.
Rodilla: hinchazón, “crujidos” y molestia al ponerse de pie o bajar escaleras.
Cadera: dolor en la ingle o al girarse en la cama; limitación de la rotación.
Síntomas generales: fatiga y malestar en brotes inflamatorios.
Fiebre con una articulación muy caliente y muy dolorosa.
Pérdida de fuerza súbita, hormigueo progresivo o imposibilidad para cargar peso.
Dolor nocturno intenso que no cede.
Mecánicos/degenerativos: edad, sobrecarga, trabajos repetitivos, lesiones previas, alineación articular alterada.
Inflamatorios/autoinmunes: genética, tabaco (asociado a AR), estrés, infecciones previas.
Metabólicos: hiperuricemia (gota), síndrome metabólico.
Estilo de vida: sedentarismo, IMC elevado, sueño de mala calidad.
Nuestro objetivo es modificables primero: actividad física progresiva, higiene del sueño, ergonomía y ajuste de cargas en deporte/oficina.
El diagnóstico comienza con una historia clínica y una exploración. En la artrosis muchas veces no se necesita imagen si la clínica es típica. En la artritis inflamatoria, la medicina puede solicitar una analítica (FR/ACPA, reactantes de fase), una ecografía o una resonancia para valorar sinovitis y daño estructural.
En qué casos derivamos o co-manejamos:
Sospecha de artritis inflamatoria activa (rigidez matutina prolongada, hinchazón articular, brotes).
Síntomas sistémicos (fiebre, pérdida de peso), dolor nocturno desproporcionado o banderas rojas neurológicas.
Falta de respuesta a medidas conservadoras razonables.
En nuestra clínica de fisioterapia usamos los cuestionarios (WOMAC, HAQ), la dinamometría de agarre, pruebas funcionales y, si procede, sugerimos estudios complementarios al equipo médico.
En OsteoStudio combinamos educación, ejercicio terapéutico y terapias de apoyo para reducir el dolor y mejorar la función. Diseñamos un plan personal según tu perfil (mano, rodilla, cadera, hombro), tu nivel de actividad (oficina, deportista, mayores) y tus objetivos (caminar sin dolor, subir escaleras, volver a entrenar).
Medimos lo que importa: dolor (EVA), movilidad articular, fuerza (isométrica y funcional), equilibrio, marcha y tareas de la vida diaria. Con esa línea base fijamos metas realistas por semanas. Si hay brotes inflamatorios, ajustamos el plan para proteger la articulación sin perder condición física.
El ejercicio es el tratamiento con la mejor relación beneficio-riesgo en artrosis y un aliado clave en artritis inflamatoria bien controlada.
Movilidad y control motor: deslizamientos suaves, movilidad capsular, ejercicios activos asistidos y trabajo propioceptivo para reducir rigidez.
Fuerza progresiva: énfasis en pierna (cuádriceps, glúteo) para rodilla/cadera y agarre/antebrazo para mano-muñeca. Usamos progresiones con elásticos, peso corporal y cargas externas según tolerancia.
Capacidad aeróbica: caminar, bici estática, elíptica o piscina a intensidad moderada; mejora dolor, función y energía.
BFR (entrenamiento con restricción de flujo): opción para ganar fuerza con baja carga en casos de dolor de rodilla con mala tolerancia a cargas altas; se pauta con monitorización y criterios de seguridad.
La terapia manual (movilizaciones, técnicas de tejidos blandos) se usa como ayudante para aliviar dolor y facilitar el ejercicio. En la mano o en la rodilla pueden ser útiles las órtesis/férulas para descargar y estabilizar. Alternamos calor para la rigidez y frío tras sobrecarga o brotes. El TENS puede ayudar a modular el dolor en casa. Siempre priorizamos las estrategias activas.
La punción seca es útil en el dolor miofascial asociado (por ejemplo, en la musculatura del antebrazo en sobrecarga de mano). La radiofrecuencia Indiba puede emplearse como herramienta complementaria para aliviar el dolor y permitir una mejor participación en el ejercicio. Elegimos estas técnicas caso a caso, explicando expectativas realistas y midiendo los resultados.
Manos y muñecas
Rutina diaria de movilidad (extensión/flexión de dedos, oposición del pulgar, deslizamientos tendinosos).
Fortalecimiento progresivo del agarre con masilla/elásticos y ejercicios de pinza.
Ergonomía: útiles de cocina con mango grueso, teclados y ratones que reduzcan fuerza de prensión; pausas programadas en ordenador.
Férulas nocturnas en periodos de dolor para favorecer el descanso articular (según indicación).
Rodilla
Fortalecer el cuádriceps (sentadillas parciales, silla-de-pie), glúteos (puentes, abducciones), y patrón de cadera-rodilla-pie.
Caminar o bici en terreno plano; progresar el volumen semanal sin picos.
Control del IMC y del impacto (evitar bajadas con carga en las fases dolorosas).
Cadera
Movilidad en rotaciones y extensión; pasos laterales con banda; trabajo de estabilidad pélvica.
Evita estar mucho tiempo sentado; micro-pausas cada 45–60 min.
Subir escaleras con apoyo y técnica de cadera (rodilla alineada con el segundo dedo).
Autogestión: conocer tu patrón de dolor para anticipar los brotes. Escala de esfuerzo percibido para modular los entrenos y las tareas.
Actividad física regular: al menos 3–5 días/semana, combinando fuerza y aeróbico. Mejor poco y constante que picos intensos.
Sueño y estrés: la falta de descanso amplifica el dolor. Rutinas de sueño, respiración diafragmática y pausas.
Nutrición y peso saludable: la dieta mediterránea es una buena base; en gota, sigue el plan médico para el ácido úrico.
Plan de recaídas: si aparece un brote, reduce temporalmente el volumen de carga, usa frío 10–15 min en la articulación inflamada y prioriza una movilidad suave. Repite la progresión cuando baje la irritabilidad.
En cualquiera de estos casos, recomendamos valoración médica inmediata.
Fiebre, escalofríos y articulación muy caliente con dolor intenso y enrojecimiento.
Pérdida de fuerza súbita o entumecimiento progresivo.
Dolor nocturno que no cede, traumatismo con deformidad o incapacidad para soportar peso.
La artritis no es una condena: con una valoración precisa, un plan de ejercicio progresivo y el apoyo de terapias complementarias, es posible recuperar autonomía, disminuir el dolor y volver a tus actividades con seguridad. En OsteoStudio te acompañamos paso a paso, coordinándonos con tu equipo médico cuando es necesario.
No dejes que el dolor y la rigidez te frenen. Si la artritis condiciona tu día a día, da el paso hoy mismo: Reserva tu primera sesión en OsteoStudio Barcelona y empecemos a recuperar tu movilidad desde la primera visita.
Nuestra clínica de fisioterapia está ubicada en el corazón de L’Eixample, muy cerca de ti, en Carrer de Balmes, 24, 1-1, 08007 Barcelona — junto a Gran Via de les Corts Catalanes.
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Queremos ayudarte a tomar una decisión totalmente informada y de valor. Es por eso que, a continuación, respondemos varias dudas habituales que se suelen hacer nuestros pacientes.
Según el tipo: autoinmunidad (reumatoide/psoriásica), sobrecarga y edad (artrosis), cristales de ácido úrico (gota) o infección. Estrés, picos de carga o cambios de medicación pueden desencadenar brotes.
La artritis es inflamatoria y suele dar brotes y rigidez matutina prolongada; la artrosis es degenerativa y mecánica. El manejo cambia: fármacos + fisio en inflamatorias; ejercicio y peso en artrosis.
Se controla, no siempre se cura: educación, ejercicio, ergonomía y control del peso. En inflamatorias, DMARDs/biológicos; en gota, controlar el ácido úrico; en casos avanzados pueden requerir cirugía + rehabilitación.
Manos, muñecas, rodillas, caderas, pies u hombros; puede haber hinchazón y rigidez. La reumatoide suele ser simétrica en manos; la artrosis es más común en rodilla, cadera y manos.
Sí. Bien planificado, el ejercicio reduce el dolor y mejora la función. Ajustamos tipo, dosis e intensidad según tu estado (brotes vs. fases estables).
Depende del tipo de artritis y del punto de partida. Muchas personas notan cambios en 4–6 semanas con constancia; en objetivos más ambiciosos se requieren varios meses.
Algunas personas perciben cambios con la humedad o el frío, pero la evidencia es variable. Lo que más impacto tiene es mantener una actividad física regular y un buen control de cargas.
Ante la sospecha de artritis inflamatoria, brotes persistentes, banderas rojas o falta de respuesta a un plan conservador razonable.
Sí, con ergonomía, pausas, férulas puntuales y fortalecimiento específico del agarre. Adaptamos tus herramientas y planificamos descansos activos.
OsteoStudio es una clínica de fisioterapia privada. Si dispones de un seguro médico con reembolso, puedes acudir sin problema: tras abonar la sesión, te facilitaremos una factura para que solicites la devolución a tu mutua. El reembolso suele cubrir entre el 80% y el 90% del importe o un número determinado de sesiones al año, normalmente entre 10 y 20, según las condiciones de tu póliza. Consulta más detalles aquí.
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