Mejor andar suave y frecuente; evita el reposo absoluto, que empeora la rigidez y retrasa la recuperación.
Revisado clínicamente por
Virginia Millán Carretero
Escrito por
Equipo OsteoStudio
Actualizado el
29 Agosto, 2025
¿Dolor lumbar irradiado que baja por la pierna con hormigueo o calambres? Esa irradiación característica de la ciática suele deberse a la irritación de una raíz nerviosa. En OsteoStudio, nuestra clínica de fisioterapia en Barcelona, seguimos un abordaje claro y realista: valoramos historia clínica y exploración neurológica. Identificamos los factores que mantienen el dolor y priorizamos un plan activo por fases con educación, ejercicio terapéutico y movilización neural. Si aparecen señales de alarma o se requiere coordinación, trabajamos con Traumatología, Radiología y Medicina del Dolor para garantizar una atención segura.
La ciática —también llamada ciatalgia o lumbociática— es un dolor que nace en la zona lumbar o el glúteo y se irradia por la pierna siguiendo el trayecto del nervio ciático. Suele acompañarse de hormigueo (parestesias), adormecimiento o cierta debilidad. La causa más frecuente es una radiculopatía lumbar, es decir, irritación o compresión de una raíz nerviosa (habitualmente L4, L5 o S1) por una hernia de disco o protrusión discal. En personas de más edad puede deberse a la estenosis del canal lumbar; más raramente a un síndrome del músculo piriforme u otras causas.
Es importante entender que “tener una hernia” en la resonancia no siempre explica el dolor: muchas hernias son asintomáticas. Por eso priorizamos la historia clínica y la exploración: cómo se comporta el dolor al sentarte, levantarte o toser, qué posturas alivian, y si hay signos neurológicos (fuerza, reflejos, sensibilidad).
Síntomas típicos de la ciática:
Dolor lumbar/glúteo con irradiación a la cara posterior o lateral de la pierna.
Empeora al toser, estornudar o hacer maniobras de esfuerzo.
Parestesias (hormigueo), sensación de “corriente” o calambres.
Debilidad para levantar el pie o ponerse de puntillas (según raíz afectada).
Rigidez y limitación para estar sentado mucho tiempo o agacharse.
Señales de alarma (red flags) — derivación urgente:
Pérdida del control de esfínteres, anestesia en “silla de montar”.
Debilidad progresiva marcada en una o ambas piernas.
Dolor con fiebre, antecedente de cáncer, traumatismo reciente o infección.
Si aparece cualquiera de estas señales, te derivamos de inmediato para valoración médica urgente.
Las causas más frecuentes de la ciática suelen estar en la zona lumbar y afectan a la raíz del nervio. Identificarlas es clave para entender el dolor y orientar el tratamiento de forma efectiva.
Hernia/protrusión discal (20–55 años, a menudo tras sobrecarga o movimiento brusco).
Estenosis lumbar (más común >60 años, dolor al caminar que mejora al sentarse o flexionarse: claudicación neurógena).
Síndrome del piriforme (dolor glúteo que puede irradiar; diagnóstico clínico por exclusión).
Otros factores que predisponen o perpetúan: sedentarismo, trabajos con vibración, levantar cargas, hábito de estar mucho tiempo sentado, estrés, falta de fuerza en el tronco y cadera, embarazo/posparto.
Empezamos con historia y exploración: test de Lasègue/SLR, Slump, evaluación de fuerza (dorsiflexión del tobillo/primer dedo para L4–L5; extensión plantar para S1), reflejos (patelar y aquiliano) y sensibilidad. Esta información nos orienta sobre la raíz comprometida y el fenotipo clínico (flexión o extensión preferente, patrón de control motor, componente miofascial asociado).
Imagen (RMN) no es de rutina. Se valora si el resultado va a cambiar la conducta: presencia de red flags, déficit neurológico progresivo o dolor muy limitante que no mejora con un manejo conservador bien hecho. En ausencia de esos criterios, empezar por un plan activo suele ser la opción más eficaz y segura.
Nuestro objetivo es reducir el dolor, recuperar la fuerza y el control, y devolverte a tus actividades con seguridad. Trabajamos por fases, ajustando la progresión según tus respuestas:
Fase 1 (calmar, mover sin irritar — 0-2 semanas):
Educación sobre el dolor, posiciones de alivio (por ejemplo, tumbado de lado con cojín entre las rodillas), caminatas cortas frecuentes, respiración diafragmática, movilidad suave de cadera y columna sin aumentar el dolor irradiado. Si tu fenotipo lo permite, usamos direcciones preferentes (p. ej., extensiones tipo McKenzie en hernia posterior; flexión en estenosis).
Objetivo: bajar la irritabilidad y mantener la actividad.
Fase 2 (recuperar capacidad — 2-6 semanas):
Trabajo de control motor lumbopélvico (activación progresiva de multífidos y glúteos), fuerza de cadena posterior (puentes, peso muerto con goma/hip hinge adaptado), sentadillas parciales, remo con banda, core anti-rotación. Introducimos movilización neural (deslizamientos) si hay signos de tensión neural, siempre dosificando para no disparar síntomas.
Objetivo: mejorar tolerancia a la carga, sentarte y caminar sin dolor significativo.
Fase 3 (readaptación específica — 6-12 semanas):
Fuerza global (empujes, tracciones, patrones de bisagra), trabajo unilateral, pliometría baja si el deporte lo exige, progresión de carrera o gestos deportivos. En casos seleccionados, BFR (entrenamiento con restricción de flujo) para ganar fuerza con cargas más bajas cuando el dolor limita.
Objetivo: retorno seguro a deporte/trabajo sin recaídas.
Pautas clave de dosificación
Dolor tolerable y estable durante el ejercicio (0–5/10) que vuelve a la línea base en 24 h.
Progresar una variable cada vez (repeticiones, carga o rango, no todo a la vez).
Si aparece nueva debilidad marcada o anestesia, parar y revalorar.
La terapia manual, la movilización del nervio y la punción seca pueden aliviar y facilitar que te muevas mejor. Su papel es complementario: se indican según tu caso y siempre se combinan con ejercicio para que la mejora se mantenga.
Los analgésicos y las opciones intervencionistas en la ciática tienen su lugar, pero con indicaciones y tiempos muy concretos. Aquí verás cuándo considerarlos y qué esperar, siempre integrados en un plan activo de recuperación.
La mayoría de los episodios de ciática mejoran entre 4 y 8 semanas con un plan activo y bien dosificado. Algunas personas necesitan 12 semanas o más, especialmente si hay estenosis o el dolor lleva tiempo. Te daremos hitos concretos (mejorar el sueño, sentarte >45 min, volver a andar 30-40 min, levantar cargas cotidianas) y revisaremos los progresos en cada visita. Nuestro objetivo no es solo calmar el brote, si no evitar una baja por ciática y reducir el riesgo de recaída con fuerza y hábitos sólidos.
Pequeños cambios diarios marcan la diferencia para que la ciática no vuelva a frenarte. Aplica estas pautas sencillas para moverte mejor, dormir con menos dolor y volver a cargar sin miedo.
Movimiento frecuente: levántate cada 45–60 minutos si trabajas sentado.
Técnica para levantar: acercar la carga, bisagra de cadera, activar glúteos.
Fortalecimiento de base: 2–3 días/semana (empuje, tracción, sentadilla, bisagra, core).
Dormir mejor: si el dolor despierta, prueba de lado con cojín entre rodillas.
Gestión del estrés: respiración/pausas activas; el sistema nervioso sensible agrava el dolor.
Progresión inteligente al volver a correr/saltar: subir solo un factor por semana.
En la primera visita escuchamos tu historia, comprobamos que es seguro empezar y realizamos una exploración neuromuscular clara. Sales con un plan por escrito: qué hacer en casa, una rutina breve de movilidad y fuerza básica, posiciones de alivio y la “regla de las 24 h” para dosificar sin agravar.
Durante las primeras semanas priorizamos calmar y recuperar movimiento; después aumentamos la capacidad (fuerza de cadera y tronco, tolerancia a estar sentado y a caminar) y, por último, readaptamos los gestos de tu trabajo o disciplina deportiva. Al principio solemos vernos semanalmente y luego espaciamos según avances. Si en 2–3 semanas no hay cambios, revisamos el diagnóstico y ajustamos el plan; si surge alguna alerta, te derivamos sin demoras. Cerramos con el alta funcional y una rutina corta de mantenimiento para prevenir recaídas.
La ciática sí tiene salida. Con un plan claro, progresivo y realista, el dolor puede ir cediendo mientras recuperas fuerza, movilidad y confianza. Nosotros nos ocupamos de que sepas qué hacer cada día: cómo moverte sin miedo, qué ejercicios empezar y cómo ir subiendo el nivel sin recaídas. Si algo no funciona, ajustamos el plan; si aparece una alerta, te derivamos sin perder tiempo. Nuestro objetivo no es solo que te encuentres mejor ahora, sino que vuelvas a tu vida y tengas herramientas para prevenir nuevos brotes.
No dejes que el dolor ciático limite tu día a día y recupera el control hoy. La ciática no manda en tu vida: te valoramos con precisión y arrancamos un plan activo desde la primera sesión para volver a moverte, dormir y trabajar sin miedo. Reserva tu cita en Barcelona ahora.
Nuestra clínica de fisioterapia está ubicada en el corazón de L’Eixample, muy cerca de ti, en Carrer de Balmes, 24, 1-1, 08007 Barcelona — junto a Gran Via de les Corts Catalanes.
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Queremos ayudarte a tomar una decisión totalmente informada y de valor. Es por eso que, a continuación, respondemos varias dudas habituales que se suelen hacer nuestros pacientes.
Dolor lumbar o glúteo que baja por la pierna con hormigueo/adormecimiento y, a veces, debilidad; lo confirma la exploración clínica.
Con un plan activo: educación, ejercicio dosificado y manejo del dolor; añadir técnicas manuales solo como apoyo si están indicadas.
Muchos casos mejoran en 4–8 semanas; si no hay progreso o aparecen alertas, reevaluamos y valoramos otras opciones.
Mejor andar suave y frecuente; evita el reposo absoluto, que empeora la rigidez y retrasa la recuperación.
Sí. La ciática puede seguir el recorrido del nervio hasta el pie y acompañarse de hormigueo o adormecimiento. Nos guía para identificar la raíz implicada.
No siempre. Si no hay señales de alarma y la exploración es clara, comenzar con manejo conservador es lo más recomendable. Pedimos RMN si cambia la conducta.
Sí, pero dosificado: debe ser tolerable y no dejarte peor al día siguiente. Te pautamos progresiones seguras por fases.
Si aparece pérdida de control de esfínteres, anestesia en silla de montar, fiebre con dolor lumbar o debilidad progresiva marcada. Te indicaremos el circuito de derivación.
Depende del caso; muchas personas vuelven en 6–12 semanas con un plan progresivo. Lo adaptamos a tu deporte y calendario.
OsteoStudio es una clínica de fisioterapia privada. Si dispones de un seguro médico con reembolso, puedes acudir sin problema: tras abonar la sesión, te facilitaremos una factura para que solicites la devolución a tu mutua. El reembolso suele cubrir entre el 80% y el 90% del importe o un número determinado de sesiones al año, normalmente entre 10 y 20, según las condiciones de tu póliza. Consulta más detalles aquí.
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