Revisado clínicamente por
Virginia Millán Carretero
Escrito por
Equipo OsteoStudio
Actualizado el
8 Septiembre, 2025
¿Notas dolor en la parte anterior de la rodilla al bajar escaleras o tras estar sentado mucho rato? La condromalacia o condropatía rotuliana —también llamada dolor femoropatelar— es frecuente en deportistas y en trabajos de oficina. En OsteoStudio, nuestra clínica de fisioterapia en Barcelona, combinamos una valoración precisa, educación sobre la carga, ejercicio terapéutico y apoyos como vendaje o plantillas, para que vuelvas a moverte con confianza y sin miedo al dolor. Trabajamos con objetivos medibles y con revisiones periódicas para que avances de forma segura día a día.
La condromalacia rotuliana se describe como cambios en el cartílago de la cara posterior de la rótula (reblandecimiento o degeneración). En la práctica, muchos pacientes presentan dolor delante o alrededor de la rótula (dolor femoropatelar) con o sin cambios visibles del cartílago en la resonancia. Por eso verás ambos términos en informes y webs; lo importante es abordar el dolor anterior de rodilla y su función, más que una etiqueta aislada.
El cartílago tiene poca inervación; el dolor suele venir de estructuras vecinas (sinovial, hueso subcondral) y de una mecánica de la rótula que aumenta la presión en determinados rangos de flexión. Esto se relaciona con el alineamiento patelar, la fuerza y el control de la cadera/rodilla y el volumen de actividad.
Los síntomas típicos de la condromalacia rotuliana incluyen:
Dolor en la parte anterior de la rodilla al subir o bajar escaleras, ponerse de cuclillas o tras estar sentado por un tiempo prolongado (“signo del cine”).
Sensación de crepitación (crujidos no peligrosos), rigidez matutina y, a veces, leve inflamación.
Empeora con las actividades de impacto si la carga supera la tolerancia actual.
Estos hallazgos encajan con lo descrito en las guías clínicas y revisiones: el dolor femoropatelar puede persistir si no se ajusta la exposición a la carga y si no se entrena la fuerza de la cadena cadera-rodilla-pie.
No hay una única causa. Suelen coexistir:
Errores de carga (aumentos bruscos de kilómetros/series, cambios de superficie).
Déficits de fuerza y control en cadera (abductores/rotadores) y cuádriceps que alteran el seguimiento patelar.
Biomecánica particular (exceso de pronación del pie en algunos casos), IMC elevado o fatiga acumulada.
Historial de lesiones o técnica de carrera poco eficiente.
La evidencia apoya un enfoque multifactorial: ajustar la carga y entrenar fuerza en cadera + rodilla produce mejores resultados que centrarse sólo en el cuádriceps.
El diagnóstico es clínico: historia detallada (actividades que agravan/calman), evaluación funcional (sentadilla a una pierna, step-down, control de valgo dinámico), movilidad y fuerza. Pedimos resonancia magnética (RM) cuando el curso no mejora con un manejo conservador bien hecho, cuando hay bloqueos, derrame importante, inestabilidad, o cuando es necesario planificar una intervención quirúrgica. La RM describe el estado del cartílago y los factores anatómicos predisponentes, pero no siempre se correlaciona con el dolor.
Nuestro tratamiento se organiza por fases y se adapta a tus objetivos, como andar sin dolor, subir escaleras, volver a correr o volver a tu deporte.
Qué hacer y qué evitar al inicio:
Reducimos temporalmente los picos de carga que te disparan el dolor (por ejemplo, cuestas, sentadillas profundas o saltos), y los sustituimos por opciones de baja carga que mantienen tu condición (bicicleta estática suave, elíptica, natación) sin aumentar síntomas al día siguiente.
Usamos la regla del “semáforo del dolor”: durante y 24 h después, el dolor debe mantenerse entre 0–3/10 y sin más hinchazón; si sube de ahí, ajustamos.
Si aplica, plan de pérdida de peso gradual y pausas activas en trabajos sedentarios.
La educación sobre el dolor y el ajuste progresivo de actividades son pilares con respaldo en guías de práctica clínica para el dolor femoropatelar.
El ejercicio es el tratamiento con mejor evidencia. Empezamos en rangos y variantes bien tolerados y progresamos en 3 líneas:
Cadera (glúteo medio y mayor, rotadores): planchas en abducción, puente, desplazamientos laterales con miniband.
Rodilla (cadena cerrada): sentadilla parcial a silla, step-ups/step-downs en altura baja, prensa en rángos libres de dolor, extensiones isométricas del cuádriceps en ángulos cómodos.
Funcional y control motor: sentadilla a una pierna asistida, aterrizajes suaves, tareas específicas de tu deporte.
Combinando ejercicios de rodilla y cadera se obtienen mejores resultados que con programas aislados; además, los isométricos pueden ser útiles como analgésico inicial cuando el dolor limita la carga dinámica.
Progresión tipo (orientativa): aumentar primero el volumen (repeticiones/tiempo), después la carga (resistencia) y por último la complejidad (unipodal, impacto controlado), siempre con el semáforo del dolor.
Vendaje patelar (taping) dirigido puede reducir el dolor a corto plazo como coadyuvante al ejercicio, pero no debe usarse en monoterapia.
Órtesis plantares (si hay pronación excesiva o pie plano sintomático) pueden mejorar la función y el dolor en subgrupos concretos, de nuevo como apoyo temporal mientras el ejercicio hace su efecto.
Terapia manual (movilizaciones, trabajo de tejidos blandos) puede ayudar a modular el dolor y mejorar la movilidad para facilitar el ejercicio, pero no sustituye al entrenamiento.
Algunas terapias pueden emplearse como herramienta complementaria para aliviar el dolor y permitir una mejor participación en el ejercicio. Elegimos estas técnicas caso a caso, explicando expectativas realistas y midiendo los resultados.
La Indiba y la punción seca pueden emplearse como moduladores del dolor a corto plazo si el dolor te impide entrenar; los usamos con criterios de eficacia clínica individual y siempre integrados en tu programa activo.
Entrenamiento con restricción de flujo sanguíneo (BFR) es útil para ganar fuerza cuando el dolor no permite altas cargas; lo aplicamos con monitorización y protocolos seguros.
En todos los casos, dejamos claro que estos recursos son complementarios; el núcleo del cambio son la educación y el ejercicio. Las mejores prácticas actuales coinciden con este enfoque.
Si, pese a 3–6 meses de programa bien dosificado, persiste el dolor limitante y la pérdida de función o aparecen signos mecánicos (bloqueos, inestabilidad franca), planteamos la derivación para valorar opciones como realineación, liberación de partes blandas o procedimientos de cartílago, según la morfología y el grado. La decisión es individual y, si se indica cirugía, planificamos la rehabilitación estructurada antes y después para optimizar los resultados.
Para volver a correr o volver a tu deporte, seguimos criterios funcionales:
Caminata rápida 30–45 min sin incremento de dolor al día siguiente.
Step-down y sentadilla a una pierna con buena técnica (sin valgo) y fuerza simétrica.
Dolor ≤2/10 durante y después de un programa escalonado de correr/caminar, sin aumento de derrame a las 24 horas.
Carga total semanal progresando ≤10–20% y alternando días (run-walk al principio).
Estas pautas son coherentes con protocolos clínicos y revisiones sobre readaptación en dolor femoropatelar.
En resumen, la condromalacia/condropatía rotuliana y el dolor femoropatelar se gestionan con éxito cuando combinamos la educación, el ajuste de carga y el ejercicio terapéutico bien dosificado. Nuestro objetivo es que vuelvas a moverte sin miedo, con una rótula que trabaje de forma cómoda y una rodilla más fuerte y estable.
No dejes que el dolor anterior de rodilla limite tu vida. Reserva tu primera sesión en OsteoStudio Barcelona y empecemos hoy mismo un plan claro, medible y adaptado a ti.
Nuestra clínica de fisioterapia está ubicada en el corazón de L’Eixample, muy cerca de ti, en Carrer de Balmes, 24, 1-1, 08007 Barcelona — junto a Gran Via de les Corts Catalanes.
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¿Por qué colaboramos con revisores médicos?
Nuestra misión es ofrecerte información de salud y bienestar clara, precisa y fácil de entender. Sin jerga ni terminología complicada, ni afirmaciones sin fundamento. Solo hechos verificados por un equipo de profesionales de la salud con experiencia dedicados a brindarte la información correcta.
Queremos ayudarte a tomar una decisión totalmente informada y de valor. Es por eso que, a continuación, respondemos varias dudas habituales que se suelen hacer nuestros pacientes.
Con un plan constante, muchos pacientes notan cambios en 6–12 semanas; para una recuperación sólida suelen requerirse 3–6 meses, dependiendo del punto de partida, la adherencia y la carga del deporte.
No existe una “cura” instantánea: se gestiona con educación, ajuste de carga y ejercicio cadera-rodilla; la mayoría de personas mejora en 3–6 meses. La cirugía se valora solo si falla el manejo conservador.
Evita picos de carga que suban el dolor >3/10 (saltos, cuestas, sentadillas profundas prolongadas) y el reposo absoluto; prioriza las actividades de baja carga y de progresión gradual.
Es multifactorial: sobrecarga, técnica/biomecánica, debilidad de cadera/cuádriceps, pronación excesiva, IMC alto y cambios bruscos de entrenamiento; no solo por el “desgaste”.
Sí, si no aumenta el dolor ni el derrame a las 24 h: empieza en llano con tiempos cortos y progresa un 10–20% semanal usando el “semáforo del dolor” (0–3/10).
No exactamente. “Condromalacia/condropatía rotuliana” describe cambios del cartílago; “dolor femoropatelar” es el cuadro clínico de dolor delante de la rodilla, que puede existir con o sin cambios de cartílago. El manejo funcional es similar y se centra en carga y ejercicio.
No. Suele solicitarse si no mejoras con tratamiento conservador, hay signos de alarma o para planificar cirugía. La RM aporta detalle anatómico, pero no siempre se correlaciona con el dolor.
Evita temporalmente los que disparen el dolor >3/10 o aumenten la inflamación al día siguiente (cuestas, saltos, sentadillas profundas). Reintroducimos de forma progresiva según la tolerancia y la técnica.
OsteoStudio es una clínica de fisioterapia privada. Si dispones de un seguro médico con reembolso, puedes acudir sin problema: tras abonar la sesión, te facilitaremos una factura para que solicites la devolución a tu mutua. El reembolso suele cubrir entre el 80% y el 90% del importe o un número determinado de sesiones al año, normalmente entre 10 y 20, según las condiciones de tu póliza. Consulta más detalles aquí.
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