En la tortícolis aguda es típico despertar con dolor de cuello, rigidez, “hombro elevado” y dificultad para girar la cabeza. Puede haber cefalea y sensación de tirón hacia un lado. En el bebé, los padres notan que siempre mira hacia el mismo lado o que prefiere apoyar la cabeza de una sola forma; con el tiempo pueden observarse asimetrías faciales.
Acude sin demora si aparece fiebre, dolor nocturno progresivo, traumatismo importante, hormigueo, debilidad en el brazo o la mano, pérdida de fuerza, mareos persistentes, o si el bebé presenta vómitos, irritabilidad continua o retraso en hitos del desarrollo. Son banderas rojas que requieren evaluación médica.