El síntoma más típico es el “doming”: una especie de cresta o abombamiento que aparece en el centro del abdomen al toser, reír, levantarte del suelo o hacer abdominales clásicos. Muchas personas refieren “barriga posparto” persistente, sensación de vacío o debilidad del core, fatiga al final del día y, a veces, molestias lumbares o pélvicas. También puede coexistir con disfunciones del suelo pélvico (incontinencia, sensación de peso pélvico), aunque no hay una relación automática entre el tamaño de la separación y los síntomas: lo que realmente importa es la función. Deberías consultar si notas abombamiento pronunciado que no controlas, dolor que limita, dificultad para retomar la actividad física, o si sospechas de hernia (bulto duro reducible, dolor localizado).