Revisado clínicamente por
Virginia Millán Carretero
Escrito por
Equipo OsteoStudio
Actualizado el
29 Agosto, 2025
¿Dolor o rigidez en el cuello que no te deja trabajar, conducir o entrenar? La cervicalgia es muy común y, bien abordada, suele mejorar rápido. En OsteoStudio, nuestra clínica de fisioterapia en Barcelona, valoramos tu caso en detalle para identificar el tipo de dolor cervical (mecánico, con irradiación al brazo, con cefalea) y diseñamos un plan activo con educación, ejercicio terapéutico y tecnologías como Indiba, punción seca y BFR. Nuestro objetivo es que recuperes movilidad, fuerza y confianza desde las primeras sesiones.
La cervicalgia es el dolor localizado en la columna cervical. Puede ser local (en cuello y zona suboccipital) o acompañarse de síntomas que bajan hacia el hombro y el brazo (cervicobraquialgia). A veces aparece de forma aguda (tras un gesto brusco, “tortícolis”, un latigazo cervical) y otras se vuelve persistente por hábitos de vida, sobrecarga, estrés o trabajos de oficina prolongados.
En nuestra clínica distinguimos varios fenotipos clínicos: dolor mecánico (que empeora con ciertas posturas o movimientos), dolor con cefalea cervicogénica, dolor con irritación nerviosa (hormigueos, calambres o debilidad) y dolor post-trauma. Esta clasificación nos guía para elegir pruebas, tiempos y el tratamiento más eficaz.
La presentación es variable, pero suele incluir:
Dolor y rigidez de cuello que limitan los giros y la flexo-extensión del cuello.
Cefalea que nace en la nuca y se proyecta hacia la frente o la región temporal.
Dolor que irradia a hombro/brazo, con hormigueo o sensación de entumecimiento (cervicobraquialgia).
Sensación de cansancio en la musculatura cervical y escapular (trapecio, romboides) y crujidos benignos al mover.
Tras un latigazo (whiplash): dolor progresivo en 24–72 h, hipersensibilidad y dificultad para dormir.
Si aparecen debilidad marcada en la mano, pérdida de sensibilidad, alteración de la marcha, fiebre, pérdida de peso o dolor nocturno incesante, te derivaremos para un estudio médico inmediato.
No hay una única causa. En la mayoría de casos confluyen:
Sobrecarga mecánica y mala ergonomía (teletrabajo, pantallas bajas, trabajos prolongados en flexión).
Desacondicionamiento: poca fuerza y resistencia de la musculatura cervical-escapular.
Estrés, bruxismo y falta de descanso, que aumentan el tono muscular y la percepción de dolor.
Cambios normales con la edad (cervicoartrosis o espondilosis), que no siempre explican el dolor.
Hernia o protrusión discal cervical (C5-C6, C6-C7) cuando hay irradiación/deficit neurológico.
Traumatismos (latigazo) en accidentes de coche o deportes de contacto.
Nuestro trabajo es diferenciar qué pesa más en tu caso para actuar en lo modificable (fuerza, hábitos, ergonomía) y acompañarte en lo no modificable con estrategias eficaces.
Aunque la mayoría de cervicalgias mejoran con fisioterapia y hábitos saludables, hay situaciones que requieren evaluación médica prioritaria:
Déficits neurológicos progresivos (debilidad que no permite agarrar, caídas de objetos, alteración de reflejos).
Fiebre, mal estado general o antecedentes de cáncer con dolor persistente.
Traumatismo de alta energía.
Dolor nocturno que no cambia con la postura o pérdida de peso inexplicada.
Si detectamos cualquiera de estos signos durante la valoración, coordinamos la derivación.
Empezamos con una historia clínica detallada (inicio, factores que alivian/agravan, actividades, deporte, sueño) y una exploración que incluye movilidad activa/pasiva, fuerza, control motor, palpación y tests neurodinámicos cuando hay irradiación.
En la gran mayoría de casos no hace falta imagen al inicio. Las radiografías o resonancias se solicitan si hay signos neurológicos, traumatismo, dolor que no cambia tras un manejo adecuado o si el resultado va a cambiar la decisión terapéutica. Te explicamos cuándo tiene sentido y cuándo no, evitando pruebas de bajo valor.
Solicitamos o recomendamos imagen si:
Nuestro enfoque es activo, personalizado y basado en la evidencia. El objetivo inicial es reducir dolor y ganar movimiento, y el objetivo final es recuperar capacidad (trabajo, deporte, vida diaria) con la menor recidiva posible.
Lo primero es entender qué te pasa y qué puedes hacer hoy. Recomendamos mantener la actividad dentro de un nivel tolerable, fraccionar tareas, alternar posturas y usar pausas breves de movilidad. El dolor no siempre significa daño: moverte en rangos cómodos acelera la recuperación. Revisamos la ergonomía de la pantalla, la altura de la silla y la colocación del portátil, y te damos una guía clara de qué evitar en la fase muy aguda (p. ej., inmovilizaciones prolongadas) y qué introducir (movimientos suaves, respiración, gestión del estrés).
Es el pilar del tratamiento, con progresión:
Movilidad cervical en rangos cómodos (flexo-extensión, rotaciones, inclinaciones) varias veces al día.
Control motor (profundos cervicales, coordinación cabeza-cuello-escápula) para reducir “guardia” muscular.
Fuerza y resistencia de flexores/extensores, trapecio medio e inferior, serrato y rotadores externos; añadimos bandas elásticas y cargas cuando el dolor lo permite.
Resistencia aeróbica (caminar, bici) que mejora la modulación del dolor.
Te entregamos un plan por escrito con volumen, frecuencia y criterios de progreso, y lo ajustamos en cada sesión según tu respuesta.
Usamos movilización articular, manipulación cuando procede, masoterapia y técnicas miofasciales para reducir el dolor y ganar rango. Siempre como complemento del ejercicio, especialmente útil en fases agudas o en cefalea cervicogénica.
En cuadros con irradiación al brazo o signos de compresión radicular, la tracción cervical y los deslizamientos neurodinámicos pueden aliviar síntomas de forma temporal, facilitando tu trabajo activo.
Contamos con terapias adicionales que pueden acelerar la recuperación en casos seleccionados:
Indiba para modular dolor y mejorar tolerancia al movimiento en fases sensibles.
Punción seca dirigida al punto gatillo cuando la musculatura está muy reactiva.
Restricción de Flujo Sanguíneo – BFR para entrenar fuerza con cargas bajas si el dolor limita el peso.
Estas herramientas no sustituyen al ejercicio, pero pueden potenciarlo. Decidimos contigo cuándo integrarlas en el plan de recuperación.
La mejor prevención es un cuello y una cintura escapular fuertes y con buena resistencia. Recomendamos 2–3 sesiones/semana de fuerza (tirón y empuje, trabajo escapular), pausas activas cada 45–60 minutos frente a la pantalla y un sueño reparador.
En deportistas, revisamos la técnica (natación, halterofilia, ciclismo) y las progresiones de carga; en posparto y en personas mayores, adaptamos las intensidades y priorizamos la autonomía y el equilibrio. Para quienes aprietan los dientes (bruxismo) o notan el cuello peor con estrés, enseñamos estrategias de relajación y respiración que realmente se pueden aplicar en 5–10 minutos al día.
La cervicalgia tiene solución en la gran mayoría de casos con un enfoque activo, progresivo y personalizado. En OsteoStudio te acompañamos con educación clara, ejercicio bien pautado y tecnologías que suman cuando hacen falta. Nuestro objetivo es que vuelvas a hacer lo que te importa, sin miedo al movimiento y con un cuello más fuerte que antes.
No dejes que el dolor de cuello limite tu vida. Si la cervicalgia interfiere en tu trabajo o deporte, damos el paso contigo. Reserva ya tu primera sesión en OsteoStudio Barcelona y empieza a recuperar movilidad y confianza desde el primer día.
Nuestra clínica de fisioterapia está ubicada en el corazón de L’Eixample, muy cerca de ti, en Carrer de Balmes, 24, 1-1, 08007 Barcelona — junto a Gran Via de les Corts Catalanes.
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¿Por qué colaboramos con revisores médicos?
Nuestra misión es ofrecerte información de salud y bienestar clara, precisa y fácil de entender. Sin jerga ni terminología complicada, ni afirmaciones sin fundamento. Solo hechos verificados por un equipo de profesionales de la salud con experiencia dedicados a brindarte la información correcta.
Queremos ayudarte a tomar una decisión totalmente informada y de valor. Es por eso que, a continuación, respondemos varias dudas habituales que se suelen hacer nuestros pacientes.
En casos agudos, muchas personas notan mejoría en 1–2 semanas con manejo activo. En cuadros persistentes, el progreso es más gradual; planificamos hitos (menos dolor al despertar, más rango, vuelta al deporte) para que veas el avance.
Con fisioterapia activa: educación, ejercicios específicos y adaptación de actividades; a veces terapia manual y/o tecnologías.
Evita el reposo absoluto, el collarín sin indicación y “crujirte” el cuello. No fuerces el dolor; adapta las cargas y mantente activo con las pautas del fisio.
Solo si hay síntomas neurológicos, traumatismo o si el resultado cambiaría el tratamiento. En la mayoría, un buen plan de fisioterapia es suficiente para mejorar sin pruebas.
Sí, con adaptación. Reducimos la carga/volumen, elegimos ejercicios que no disparen el dolor y mantenemos la actividad aeróbica. Volver antes, pero bien planificado, evita las recaídas.
Puede ocurrir en la cefalea cervicogénica. Valoramos el patrón y aplicamos ejercicio, educación y terapia manual. Si hay signos atípicos, coordinamos valoración médica.
La mejor es la que te resulte cómoda y mantenga el cuello alineado. Si duermes de lado, usa una altura que llene el espacio entre el hombro y la cabeza; si duermes boca arriba, usa una altura moderada.
OsteoStudio es una clínica de fisioterapia privada. Si dispones de un seguro médico con reembolso, puedes acudir sin problema: tras abonar la sesión, te facilitaremos una factura para que solicites la devolución a tu mutua. El reembolso suele cubrir entre el 80% y el 90% del importe o un número determinado de sesiones al año, normalmente entre 10 y 20, según las condiciones de tu póliza. Consulta más detalles aquí.
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