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Revisado clínicamente por
Virginia Millán Carretero
Escrito por
Equipo OsteoStudio
Actualizado el
28 Agosto, 2025
¿Dolor, inflamación o debilidad al agarrar tras una caída o giro brusco? El esguince de muñeca también llamado esguince carpiano o torcedura de muñeca, es una lesión de ligamentos de la muñeca y es muy frecuente en el deporte y en el trabajo. En OsteoStudio, nuestra clínica de fisioterapia en Barcelona, realizamos una valoración minuciosa para diferenciarlo de otras lesiones (como la fractura de escafoides o la irritación del TFCC), diseñamos un plan personalizado y combinamos ejercicio terapéutico, terapia manual y tecnología avanzada. Nuestro objetivo es que recuperes seguridad, fuerza de agarre y vuelvas a tu actividad normal con confianza.
Un esguince de muñeca es una lesión de uno o varios ligamentos que estabilizan el carpo. Puede ir desde un estiramiento (grado I) a una rotura parcial (grado II) o completa (grado III). Suele aparecer tras una caída con la mano extendida (FOOSH), un giro forzado, un impacto practicando deporte o la sobrecarga repetitiva en tareas manuales. En algunos casos se habla de esguince escafolunar cuando está implicado el ligamento del mismo nombre. Algunas estructuras cercanas como el radio distal pueden doler por sobrecarga asociada. Aunque se habla de “torcedura”, lo relevante es que son tejidos biológicos que cicatrizan mejor con la dosis correcta de movimiento y carga, no solo con reposo.
El dolor suele localizarse en la parte dorsal o radial de la muñeca, y aumenta al cargar, girar o empuñar con fuerza; muchos pacientes lo describen como un dolor radial dorsal. Entre los estabilizadores clave están el ligamento escafolunar (entre escafoides y semilunar) y el ligamento lunotriquetral; también puede doler el complejo fibrocartílago triangular (TFCC) en el lado cubital. La inflamación inicial protege, pero un exceso de inmovilización puede retrasar la recuperación; por eso planificamos una progresión de movimiento desde fases muy tempranas.
Un esguince de muñeca típico cursa con dolor al girar la mano o apoyar la mano, dolor con carga, inflamación/edema, hematoma, rigidez, debilidad de agarre, limitación del rango y, a veces, sensación de inestabilidad de la muñeca o un “chasquido” en el momento de la lesión.
Acude pronto si notas alguna de estas señales:
Dolor marcado en la tabaquera anatómica (sugiere posible fractura de escafoides).
Deformidad, bloqueo articular, hormigueo persistente o pérdida de fuerza clara.
El dolor no mejora en 7–10 días o empeora con actividades sencillas.
La fractura de escafoides puede no verse en radiografías iniciales. Si el especialista lo sugiere, coordinamos pruebas y derivación médica para confirmarlo a tiempo y evitar complicaciones como rigidez o artrosis.
La causa número uno del esguince de muñeca es la caída con la mano extendida. También aparece en deportes de raqueta, pádel, tenis, golf, escalada, crossfit/gimnasia y en esquí o patinaje por las caídas. En el trabajo, la vibración por herramientas, el uso prolongado del teclado y ratón con mala ergonomía o las tareas de fuerza repetitivas aumentan el riesgo de esguinces. Caídas en personas mayores, historial previo de esguinces, fatiga, técnica deficiente o la falta de fuerza en el antebrazo y el control neuromuscular predisponen a recaídas.
Además de la raqueta, el golf o calistenia, los porteros y los deportes con caídas suelen sobrecargar la muñeca. En la oficina, pasar muchas horas con el ratón sin un buen apoyo del antebrazo o el teclado mal situado, favorecen la irritación. Entre los pacientes que vemos con frecuencia están también los músicos (guitarra/piano), tatuadores (tattoo artists) y profesionales manuales. Ajustar la técnica, los tiempos y el descanso es parte del tratamiento.
Empezamos con una anamnesis clara (cómo ocurrió, qué te duele y qué te limita) y una exploración funcional: goniometría, dolor a la palpación, tests de estabilidad (por ejemplo, test de Watson para el escafolunar y test lunotriquetral (ballottement)), control motor del antebrazo/mano y dinamometría para medir tu fuerza de agarre. Además, podemos usar cuestionarios funcionales como el PRWHE para objetivar el impacto en tus actividades.
La mayoría de esguinces se diagnostican clínicamente. Si detectamos signos de lesión moderada-grave o dudas diagnósticas (p. ej., fractura de escafoides, lesión del TFCC o inestabilidad marcada), recomendamos pruebas de imagen con tu médico: radiografías (incluidas radiografías en puño cerrado y radiografías comparativas con la otra muñeca), ecografía musculoesquelética o resonancia magnética. En lesiones más complejas o persistentes, el traumatólogo puede valorar RM dinámica o incluso TC 4D en casos seleccionados.
Repetimos las mediciones a lo largo del proceso para objetivar tu evolución. La fuerza de agarre, la resistencia de la pinza y la calidad del movimiento nos guían para progresar en cargas con seguridad y decidir el retorno al deporte/trabajo.
Nuestro enfoque combina educación, dosificación inteligente de la carga y ejercicio terapéutico. Aplicamos el marco PEACE & LOVE:
PEACE (Protección, Elevación, evitar abuso de antiinflamatorios y hielo, Compresión, Educación) en la fase aguda.
LOVE (Carga gradual, Optimismo y comprensión del proceso, Vascularización mediante ejercicio seguro, Ejercicio específico) en la fase subaguda y de readaptación.
Durante los primeros días priorizamos una protección relativa (evita lo que te duele pero mantén lo que toleras), compresión con vendaje o muñequera, vendaje funcional y elevación para modular la inflamación. Si te alivia, usamos crioterapia breve; la analgesia debe pautarla tu médico cuando haga falta. Empezamos pronto con movilidad indolora para evitar la rigidez.
En cuanto baja la irritación, introducimos ejercicios que vascularizan sin agravar (movilidad suave en flexo-extensión, prono-supinación y desviaciones) y progresamos a una carga tolerable: apoyos parciales, empuñadura con goma o pelota, tareas funcionales y co-contracciones muñeca-antebrazo para recuperar la estabilidad.
La progresión típica es:
Movilidad indolora y deslizamientos tendinosos.
Isométricos de flexores/extensores y desviadores.
Fuerza dinámica (concéntrico–excéntrica) con gomas y mancuernas ligeras.
Agarre y pinza: dinamómetro, pelota, handgrip con progreso de tiempo y repeticiones.
Propiocepción y control neuromuscular en cadenas cerradas: apoyo en cuatro patas, planchas sobre superficies estables y luego inestables, cambios de carga, empujes y tracciones.
Gestos específicos de tu deporte o trabajo (empuñar raqueta, uso de ratón/teclado con buena técnica).
Complementos según valoración: Movilizaciones con Movimiento (MWM), punción seca, Indiba y, si el dolor limita la carga, Restricción de Flujo Sanguíneo (BFR) para mejorar la fuerza con cargas bajas.
En esguinces de grado II–III o de dolor alto, una ortesis temporal ayuda a proteger mientras ganamos fuerza y control. Te enseñamos a retirarla de forma progresiva para evitar la dependencia y la rigidez.
La cirugía se valora si hay rotura completa con inestabilidad marcada o si, pese a un buen plan de rehabilitación, persisten dolor y fallos funcionales. En esos casos, trabajamos coordinadamente con tu cirujano para optimizar el pre y el posoperatorio.
Cada caso es único, pero como guía:
Leves (I): mejoría clara en 2–3 semanas, vuelta progresiva a gestos habituales.
Moderados (II): 4–8 semanas para recuperar fuerza, estabilidad y confianza.
Severos (III): pueden requerir 8–12 semanas (o más si hay cirugía) para retomar actividades exigentes.
Tomamos decisiones con criterios objetivos: dolor controlado, rango de movimiento funcional, fuerza de agarre cercana a la contralateral y pruebas funcionales superadas (apoyos, empuñadura, gestos específicos).
En 2–6 semanas buscamos una reducción notable del dolor, aumento de rango, mejora del agarre y tareas funcionales sin miedo. En lesiones severas pactamos hitos mensuales para que veas avances objetivos, incluso si el camino es más largo.
La mejor prevención es una muñeca fuerte y con buen control. Integra, aun sin dolor:
Rutina breve de fuerza (isométricos y dinámicos) 2–3 veces/semana.
Ergonomía de teclado/ratón y pausas activas si trabajas en oficina.
Revisión de técnica deportiva (grip de raqueta, colocación de muñeca en barra/anillas) y progresión de cargas.
Pequeños cambios dan grandes resultados: altura del ratón, apoyo del antebrazo, empuñaduras adecuadas, progresión de volumen e intensidad en el gimnasio y calentamientos que activen la muñeca–antebrazo.
En nuestra clínica de fisioterapia, además del ejercicio terapéutico y la terapia manual, disponemos —según valoración— de radiofrecuencia Indiba, punción seca, BFR y abordajes desde la osteopatía o la PNI cuando el caso lo requiere. No son “atajos”, sino complementos que utilizamos si aportan valor a tu recuperación.
Un esguince de muñeca bien abordado no debería convertirse en un problema crónico. Con una valoración precisa, dosificación inteligente de la carga y ejercicios para movilidad, estabilidad y agarre, la mayoría de personas recupera su actividad con seguridad. En OsteoStudio estamos aquí para acompañarte en cada paso.
No dejes que el dolor limite tu día a día. Si sospechas que tienes un esguince de muñeca o llevas semanas sin mejorar, ahora es el momento de actuar. Reserva tu primera sesión en OsteoStudio Barcelona y vuelve a moverte con confianza desde el primer día.
Nuestra clínica de fisioterapia está ubicada en el corazón de L’Eixample, muy cerca de ti, en Carrer de Balmes, 24, 1-1, 08007 Barcelona — junto a Gran Via de les Corts Catalanes.
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¿Por qué colaboramos con revisores médicos?
Nuestra misión es ofrecerte información de salud y bienestar clara, precisa y fácil de entender. Sin jerga ni terminología complicada, ni afirmaciones sin fundamento. Solo hechos verificados por un equipo de profesionales de la salud con experiencia dedicados a brindarte la información correcta.
Queremos ayudarte a tomar una decisión totalmente informada y de valor. Es por eso que, a continuación, respondemos varias dudas habituales que se suelen hacer nuestros pacientes.
Con valoración profesional, protocolo PEACE & LOVE, carga y ejercicios progresivos; muñequera/vendaje si procede y, solo en casos graves, derivación quirúrgica.
Grado 1: dolor leve, mínima hinchazón, sin inestabilidad. Grado 2: dolor e hinchazón moderados, limitación clara y posible laxitud; confirmar con exploración y, si hay dudas, imagen.
Leves: 2–3 semanas; moderados: 4–8 semanas; severos: 8–12+ semanas. El retorno depende del dolor, de la movilidad y de la fuerza de agarre.
Compresión con vendaje o muñequera y elevación en fase aguda; en grados II–III, ortesis temporal. Evita inmovilizar mucho tiempo sin indicación.
Sospecha de fractura si duele la tabaquera anatómica o no puedes pinzar/apoyar; confirma con radiografías/eco/RM. Ante la duda, valoración médica inmediata.
Cuando cumplas criterios objetivos: dolor controlado, buena movilidad, fuerza de agarre simétrica o cercana a la otra mano y pruebas funcionales superadas (apoyos, empuñadura, gestos específicos).
Revisamos ergonomía y pausas activas, y te damos ejercicios breves durante la jornada. El objetivo es que trabajes sin dolor.
El hormigueo persistente merece revisión. Puede haber irritación nerviosa o edema. Lo valoramos y, si es necesario, coordinamos pruebas con tu médico.
Sí, con progresión de cargas y ejercicios bien dosificados. Empezamos por isométricos y avanzamos a movimientos más exigentes según tolerancia.
OsteoStudio es una clínica de fisioterapia privada. Si dispones de un seguro médico con reembolso, puedes acudir sin problema: tras abonar la sesión, te facilitaremos una factura para que solicites la devolución a tu mutua. El reembolso suele cubrir entre el 80% y el 90% del importe o un número determinado de sesiones al año, normalmente entre 10 y 20, según las condiciones de tu póliza. Consulta más detalles aquí.
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