Meniscopatía

Meniscopatía

Revisado clínicamente por
Virginia Millán Carretero

Escrito por
Equipo OsteoStudio

Actualizado el
24 Septiembre, 2025

¿Notas pinchazos o un “enganche” en la rodilla al agacharte o girar? La meniscopatía (lesión o degeneración del menisco interno o externo) es una causa frecuente de dolor y limitación para el deporte y las tareas diarias. En OsteoStudio, clínica de fisioterapia en Barcelona, realizamos una valoración precisa y diseñamos un plan personalizado que combina ejercicio terapéutico, terapia manual y tecnologías como Indiba, punción seca y BFR para que vuelvas a moverte con confianza y sin miedo.

¿Qué es la meniscopatía?

La meniscopatía engloba cualquier alteración del menisco medial o lateral: desde una rotura traumática (por giro con el pie fijo o una torsión brusca) hasta una meniscopatía degenerativa relacionada con el uso y la edad. Los meniscos actúan como amortiguadores entre fémur y tibia, mejoran la congruencia articular, reparten la carga y contribuyen a la estabilidad y a la lubricación.

Cuando se lesionan, el cartílago y otras estructuras (como el ligamento cruzado anterior o el colateral medial) pueden verse sometidos a más estrés, aumentando la probabilidad de dolor, derrame, rigidez y sensación de bloqueo. No todas las roturas son iguales: hay fisuras longitudinales, radiales, en asa de cubo, del cuerno posterior o de la raíz meniscal; su localización (zona roja vascular o zona blanca avascular) condiciona la capacidad de cicatrización y el enfoque terapéutico.

Aclaración importante: “rotura meniscal” y “meniscopatía” a menudo se usan como sinónimos, pero meniscopatía también incluye cambios degenerativos sin una rotura clara en la resonancia. Nuestro objetivo es identificar si el dolor proviene realmente del menisco, si hay lesión asociada y qué factores modificables (fuerza, control motor, sobrecarga) están manteniendo los síntomas.

Síntomas y señales de alerta

Los signos más habituales son el dolor lineal en la interlínea (medial o lateral), inflamación intermitente (derrame), chasquidos, limitación para ponerse en cuclillas o arrodillarse y dolor al girar o al extender completamente la rodilla. En meniscopatía degenerativa, el dolor es más insidioso, con rigidez matutina corta y empeora tras los esfuerzos. Las señales de alerta que justifican valoración prioritaria o derivación son:

  • Bloqueo verdadero (la rodilla se queda “trabada” y no permite extender).

  • Derrame importante recurrente tras esfuerzos mínimos.

  • Dolor incapacitante que no cede pese a un buen manejo conservador inicial.

  • Inestabilidad o sospecha de lesión ligamentosa asociada.

  • Fiebre, calor y enrojecimiento marcados (pensar en causas no mecánicas).

Causas y factores de riesgo

Las causas más frecuentes son los giros bruscos con el pie anclado, saltos y aterrizajes con valgo dinámico, hiperflexión o cargas repetidas en cuclillas. En personas mayores de 40–50 años, las roturas pueden ser degenerativas, favorecidas por el desgaste y por desequilibrios de fuerza. Factores que aumentan el riesgo o perpetúan el dolor:

  • Deportes de pivote (fútbol, baloncesto, tenis, pádel) y cambios de dirección.

  • Sobrepeso/obesidad y trabajos con cuclillas o arrodillado prolongado.

  • Déficit de fuerza de cuádriceps e isquiosurales, debilidad glútea, control motor pobre.

  • Técnica de carrera y salto ineficiente, calzado inadecuado.

  • Artrosis de rodilla o cirugía previa (p. ej., meniscectomía parcial).

Cómo diagnosticamos la meniscopatía

El diagnóstico es clínico-funcional. Empezamos por una buena historia (mecanismo lesional, actividades que agravan, objetivos personales) y una exploración sistemática.

Pruebas clínicas (McMurray, Apley, Steinmann)

Usamos tests de provocación como McMurray, Apley y Steinmann para localizar el dolor meniscal, siempre interpretándolos junto con la palpación de la interlínea, la movilidad (flexión/extensión), la presencia de derrame y pruebas de fuerza/función (sentadilla, step-down, salto monopodal si procede). Estas pruebas orientan, pero no sustituyen la valoración global.

¿Cuándo pedir una resonancia magnética?

Solicitamos RM cuando el resultado vaya a cambiar decisiones: bloqueo sostenido, fracaso del manejo conservador razonable, sospecha de lesión asociada (LCA, raíz meniscal), o duda diagnóstica relevante. La artroscopia hoy se reserva como terapéutica; rara vez se usa solo para “mirar”. En meniscopatía degenerativa, la RM puede mostrar cambios que no siempre explican el dolor: por eso cobrará peso la correlación clínica y la respuesta al plan de fisioterapia.

Tratamiento en OsteoStudio (no quirúrgico y postquirúrgico)

Nuestro enfoque prioriza el conservador de primera línea, con educación, ejercicio terapéutico progresivo y control de cargas. La cirugía (sutura meniscal o meniscectomía parcial) se valora en casos seleccionados y coordinamos el postoperatorio cuando es necesario.

Fase 1: aliviar dolor e inflamación

En esta fase reducimos el dolor y el derrame para recuperar la confianza al mover la rodilla. Combinamos pautas de carga (evitar posiciones de máxima flexión mantenida y giros bruscos), terapia manual orientada al dolor, movilizaciones y herramientas como Indiba para modular los síntomas y favorecer el trofismo. La punción seca puede ayudar en puntos gatillo de cuádriceps e isquios, y el ejercicio isométrico temprano del cuádriceps es clave para controlar el dolor y mantener la activación. Monitorizamos con escalas simples (0–10) y con pruebas funcionales breves (sentadilla parcial sin dolor).

Fase 2: recuperar movilidad y fuerza

Progresamos la movilidad a rango completo, el control neuromuscular y la fuerza de cuádriceps, isquios y glúteos. Introducimos patrones de cadera-rodilla-tobillo estables, trabajo excéntrico y tareas en cadena cinética cerrada. El entrenamiento con restricción de flujo sanguíneo – BFR permite ganar fuerza/masa con cargas bajas cuando el dolor o el derrame limitan las cargas altas. Seguimos integrando Indiba y, si procede, punción seca como adyuvantes, siempre subordinados al ejercicio como pilar.

Metas de esta fase: extensión y flexión simétricas, dolor ≤2/10 en actividades de la vida diaria, y fuerza isométrica de cuádriceps >80% respecto a la pierna contralateral (cuando la comparación es válida).

Fase 3: readaptación al deporte/vida diaria

Incluye saltos, aterrizajes, giros y cambios de dirección progresivos, además de tareas específicas (carrera, pivotes, gestos del deporte). Trabajamos la tolerancia a la carga (volumen, intensidad y frecuencia) y el control del valgo dinámico para minimizar el estrés meniscal. Añadimos educación en autorregulación: cómo subir/bajar cargas semanalmente, cómo reaccionar ante un pico de síntomas y cómo detectar señales de alerta.

¿Cuándo derivamos a traumatología?

Derivamos si hay bloqueo verdadero persistente, sospecha de rotura inestable (asa de cubo desplazada), roturas reparables en zona roja con buen pronóstico en pacientes jóvenes/deportistas, o fracaso del programa conservador bien seguido. Tras sutura meniscal, el objetivo es preservar tejido; la meniscectomía parcial se reserva cuando no hay opción reparable. En ambos casos, guiamos la rehabilitación postquirúrgica por criterios: dolor bajo control, rango completo, fuerza >90%, tests funcionales (salto monopodal, aterrizajes) y confianza del paciente.

Prevención y vuelta segura a la actividad

Prevenir una recaída o una nueva lesión pasa por combinar fuerza, técnica y gestión de cargas.

  • Fortalecer el cuádriceps e isquios con progresiones excéntricas y en cadena cerrada.

  • Trabajo de glúteos y control del valgo en sentadillas, zancadas y aterrizajes.

  • Introducir cambios de dirección con buena técnica antes de aumentar la velocidad.

  • Ajustar la superficie y el calzado; evitar los picos de volumen semanales.

  • Si hay sobrepeso, plan de reducción ponderal para descargar la articulación.

Criterios de retorno (mejor que plazos fijos): dolor ≤2/10 en gestos clave, ausencia de derrame post-entreno, fuerza y potencia ≥90% respecto a la otra pierna, y pruebas funcionales estables (saltos, giros) sin aprehensión.

Conclusión

En resumen, la meniscopatía responde mejor a un plan conservador bien guiado—educación, ejercicio y control de cargas—reservando la cirugía para casos seleccionados. En OsteoStudio evaluamos tu caso y fijamos objetivos medibles por semanas, con fases claras: aliviar, fortalecer y readaptar. Si buscas volver a tu actividad con seguridad y sin dolor, estamos listos para ayudarte.

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Te acompañamos desde la primera sesión con un plan claro, medible y adaptado a tu vida. Valoramos tu rodilla, fijamos objetivos por semanas y te damos estrategias para que no dependas de nosotros a largo plazo. No dejes que el dolor de menisco frene tu ritmo. Reserva ahora tu primera sesión en OsteoStudio.

Nuestra clínica de fisioterapia está ubicada en el corazón de L’Eixample, muy cerca de ti, en Carrer de Balmes, 24, 1-1, 08007 Barcelona — junto a Gran Via de les Corts Catalanes.

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Nuestra misión es ofrecerte información de salud y bienestar clara, precisa y fácil de entender. Sin jerga ni terminología complicada, ni afirmaciones sin fundamento. Solo hechos verificados por un equipo de profesionales de la salud con experiencia dedicados a brindarte la información correcta.

Preguntas frecuentes

Queremos ayudarte a tomar una decisión totalmente informada y de valor. Es por eso que, a continuación, respondemos varias dudas habituales que se suelen hacer nuestros pacientes.

Primero conservador: educación, control de cargas, ejercicio terapéutico, terapia manual y adyuvantes (Indiba, punción seca, BFR). La cirugía se recomienda solo en casos seleccionados o bloqueo verdadero.

Fortalecer los cuádriceps y los glúteos en rango tolerable, trabajar el control neuromuscular y progresar la carga; revisar el peso, la técnica y el calzado. Las tecnologías ayudan como complemento.

Con un plan por fases: aliviar el dolor, recuperar la movilidad y la fuerza, y readaptar giros/saltos; medir los objetivos semanales y ajustar la carga.

Evitar los giros bruscos y cuclillas profundas prolongadas si desencadenan en dolor o derrame; no aumentar de golpe el volumen ni hacer reposo absoluto.

El dolor en la interlínea medial/lateral, los chasquidos o el bloqueo y el dolor al agacharte/girar te pueden orientar; lo confirmamos con una valoración clínica y si cambia el plan, una resonancia.

Sí, se puede trabajar con el menisco roto, según la gravedad y el tipo de trabajo: tras una rotura leve y rehabilitación, suele retomarse la actividad normalmente; si el trabajo exige esfuerzo físico, estar mucho tiempo de pie o movimientos repetitivos, la recuperación se alarga y puede requerir adaptaciones o incluso incapacidad en casos más graves.

No. Muchas roturas y meniscopatías degenerativas mejoran con un buen programa de fisioterapia centrado en la fuerza y el control motor. La cirugía se reserva para bloqueos, roturas inestables o casos seleccionados.

Con tratamiento conservador, las mejoras notables suelen verse entre 4 y 8 semanas; el retorno a gestos de pivote puede requerir 8–12+ semanas según el punto de partida y la adherencia. Tras una sutura meniscal, la progresión es más lenta para proteger la reparación.

Depende de los síntomas, la fuerza y el control. A menudo reintroducimos la carrera con intervalos cortos en llano cuando el dolor es ≤2/10, no hay derrame y la fuerza está cercana al 90% del lado sano.

Cuádriceps isométricos, elevaciones de pierna, sentadilla parcial dentro de rango cómodo, trabajo de cadera y equilibrio. Progresamos a zancadas, step-downs, excéntricos e impactaciones según tolerancia.

Eliminar tejido meniscal reduce la capacidad de amortiguación; por ello se intenta preservar o reparar siempre que sea posible. Si ya se realizó, el programa de fuerza y control es aún más importante.

OsteoStudio es una clínica de fisioterapia privada. Si dispones de un seguro médico con reembolso, puedes acudir sin problema: tras abonar la sesión, te facilitaremos una factura para que solicites la devolución a tu mutua. El reembolso suele cubrir entre el 80% y el 90% del importe o un número determinado de sesiones al año, normalmente entre 10 y 20, según las condiciones de tu póliza. Consulta más detalles aquí.

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