Revisado clínicamente por
Virginia Millán Carretero
Escrito por
Equipo OsteoStudio
Actualizado el
15 Octubre, 2025
¿Hinchazón, gases o molestias que vuelven una y otra vez? El sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO) puede explicar parte de tus síntomas, pero cada caso es distinto y requiere una mirada clínica y de hábitos. En OsteoStudio, nuestra clínica de fisioterapia en Barcelona, integramos la psiconeuroinmunología (PNI) con la coordinación médica para valorar tu motilidad, ritmo de vida, descanso y nutrición. Te proponemos un plan claro y realista, con pasos que puedes aplicar desde el primer día.
El SIBO es un sobrecrecimiento bacteriano en el que hay exceso o desequilibrio de microorganismos en el intestino delgado. Esto puede generar fermentación anómala de carbohidratos, producción de hidrógeno y/o metano, y síntomas como distensión abdominal, dolor tipo retortijón, gases, diarrea o estreñimiento, e incluso fatiga o déficits nutricionales (p. ej., B12 o hierro) en casos prolongados.
Desde la PNI entendemos el SIBO como un fenómeno multifactorial donde convergen la motilidad intestinal (especialmente el migrating motor complex o MMC), la barrera intestinal, el sistema inmune de la mucosa, el sistema nervioso autónomo y el contexto de vida (estrés, sueño, actividad física y alimentación). Nuestro objetivo es que entiendas el “por qué” de tus síntomas y qué decisiones del día a día pueden marcar la diferencia.
Hay situaciones que requieren derivación prioritaria a Digestivo o Urgencias: pérdida de peso involuntaria, sangre en heces, vómitos persistentes, fiebre, dolor severo y continuado, antecedentes de cirugía abdominal reciente, enfermedades inflamatorias intestinales activas o déficits nutricionales llamativos.
Si te reconoces en estos escenarios, paramos y coordinamos la evaluación médica. En casos sin alarma, avanzamos con una valoración clínica estructurada (síntomas, historia de fármacos como IBP, cambios de ritmo intestinal, infecciones previas, viajes, cirugías, estrés, sueño y alimentación).
El SIBO suele aparecer cuando algo frena o distorsiona la limpieza fisiológica del intestino delgado (MMC) o cuando existen alteraciones anatómicas (adhesiones, estenosis, divertículos) que favorecen la estasis. También influyen las enfermedades sistémicas (diabetes, celiaquía, esclerodermia) y la medicación que modifica el entorno intestinal.
Desde la PNI añadimos la capa del eje intestino-cerebro-inmunidad: el estrés crónico y la falta de sueño reducen el tono vagal y alteran la motilidad, mientras que ciertos patrones de alimentación (picar continuamente, cenas muy tardías) dejan sin “ventanas” al MMC. Otros factores cotidianos (sedentarismo, alcohol, ultra-procesados) alimentan la disbiosis y la hipersensibilidad visceral.
Claves prácticas que solemos trabajar:
Ritmo de comidas: dejar 4–5 h entre ingestas principales y 12 h nocturnas ayuda al MMC.
Movimiento: caminar y el ejercicio progresivo favorecen la motilidad y reducen el estrés.
Sueño: horarios consistentes mejoran la regulación autonómica.
Estrategia nutricional: priorizar los alimentos reales y si procede, una fase temporal baja en fermentables (p. ej., dieta FODMAPs) bajo guía profesional; evitar restricciones innecesarias y prolongadas.
El MMC actúa como “barrido” entre comidas. Comer continuamente, dormir poco o el estrés sostenido lo deprimen. Crear ventanas y rutinas estables permite que vuelva a funcionar. Lo combinamos con educación postural y respiración para favorecer el tránsito y reducir la hipersensibilidad visceral.
El test de aliento con glucosa o lactulosa es la prueba no invasiva más utilizada. Mide hidrógeno (H₂) y metano (CH₄) exhalados tras ingerir el sustrato. Un ascenso temprano o significativo sugiere sobrecrecimiento o alteraciones del tránsito. Sin embargo, no es perfecto: puede haber falsos positivos/negativos y su interpretación depende de la clínica y la preparación previa.
En determinados casos se recurre al aspirado yeyunal con cultivo (estándar de referencia en centros especializados) y a analíticas para detectar déficits (hierro, B12, vitaminas liposolubles). Si sospechamos causas estructurales, se valoran pruebas de imagen.
Cómo te ayudamos a prepararte
Dieta previa al test, el tiempo sin antibióticos/probióticos y la suspensión de fermentables si aplica.
Coordinamos con tu médico para que el resultado se interprete en contexto, evitando decisiones precipitadas.
La preparación adecuada (dieta previa, tiempo sin antibióticos/probióticos y sin ejercicio intenso el día del test) mejora la utilidad del resultado. Aun así, recordamos sus limitaciones y que el dato clave es cómo cambias tú: síntomas, energía y función.
El tratamiento clásico del SIBO combina antibióticos pauta corta (según gas predominante y criterio médico), corrección de déficits y trabajo sobre la causa subyacente (motilidad, anatomía, fármacos). A partir de aquí, nuestra labor es potenciar la eficacia del tratamiento y reducir recaídas con medidas conductuales sostenibles:
Motilidad/MMC: ventanas entre comidas, hidratación y actividad física graduada.
Nutrición estratégica: fases breves y guiadas (p. ej., baja en FODMAPs o reducción de azúcares fermentables), reintroducción progresiva y diversidad vegetal para reconstruir tolerancia.
Educación digestiva: masticación, ritmo de ingesta, pausa tras comer.
Respiración y diafragma: técnicas suaves para modular el tono autonómico y la presión intraabdominal (útiles si hay distensión o estreñimiento).
Gestión del estrés: higiene del sueño, exposición a luz natural, pausas activas, herramientas de regulación (mindfulness sencillo, diario de síntomas-hábitos).
Todo se coordina con Digestivo y Nutrición. Si la clínica sugiere SIBO por metano (a veces más estreñimiento e hinchazón), lo tenemos en cuenta para que el equipo médico ajuste la pauta y los objetivos del plan.
Cuando predomina el hidrógeno, suelen destacar la diarrea y los gases; con metano, a menudo estreñimiento, distensión marcada y tránsito lento. Ajustamos el plan de hábitos y coordinamos con el equipo médico para que el tratamiento tenga en cuenta estas diferencias.
Usamos una fase breve de reducción de fermentables solo si es necesaria, con reintroducción progresiva para evitar déficits y miedos alimentarios. Priorizamos proteína de calidad, grasas saludables, tubérculos, verduras que toleres y fermentados según respuesta.
La Psiconeuroinmunología (PNI) no sustituye la medicina; la complementa al abordar los sistemas que condicionan la recaída. Trabajamos tres ejes con alto impacto y bajo coste:
1) Sistema nervioso autónomo
Reducir “ruido” simpático con rutinas simples: 10–15 min diarios de respiración diafragmática, caminatas al sol, pequeñas pausas entre tareas.
Reglas de oro del descanso: horarios estables, dormitorio oscuro y fresco, pantallas fuera de la cama.
2) Motilidad y biomecánica
Movimiento diario (pasos, fuerza 2–3 días/semana), movilidad toraco-abdominal y educación postural; útiles en distensión y tránsito lento.
3) Alimentación realista
Menos ultra-procesado, más comida fresca y rica en polifenoles/fibra que toleres; evitar listas prohibidas eternas. Reintroducción planificada para recuperar la flexibilidad metabólica.
Todo el proceso es personalizado y con seguimiento: ajustamos la frecuencia, los objetivos y las herramientas según tus síntomas, energía, trabajo y familia.
Pequeños “anclajes” diarios (respiración 4-6, paseo tras comer, estiramientos suaves, 10 min de quietud antes de dormir) cambian el tono autonómico y la percepción del dolor. Son sencillos, medibles y compatibles con agendas reales.
Las recaídas son frecuentes si no se corrige el terreno. Nuestro seguimiento se centra en:
Revisar detonantes (fármacos, estrés sostenido, vacaciones, infecciones).
Consolidar hábitos (ventanas de MMC, sueño, movimiento) y plan de “vuelta a base” cuando hay brote.
Medir lo que importa: síntomas guía (hinchazón, dolor, hábito intestinal), energía diaria y tolerancia alimentaria; no perseguimos “tests perfectos” sino mejoría clínica sostenible.
Derivar cuando toca: si reaparecen señales de alarma, si el dolor impide vida normal o si sospechamos patología estructural.
El SIBO no es solo una bacteria “de más”, es un sistema que perdió el ritmo. Con un plan médico adecuado y hábitos sostenibles puedes reducir los síntomas, ganar energía y prevenir recaídas. Si estás buscando un nutricionista SIBO en Barcelona, OsteoStudio está para acompañarte con un enfoque integrador y realista.
No dejes que la hinchazón y el malestar marquen tu agenda. Si sospechas que tienes SIBO o ya tienes diagnóstico, en OsteoStudio te ayudamos con un plan claro y coordinado.
Nuestra clínica de fisioterapia está ubicada en el corazón de L’Eixample, muy cerca de ti, en Carrer de Balmes, 24, 1-1, 08007 Barcelona — junto a Gran Via de les Corts Catalanes.
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Nuestra misión es ofrecerte información de salud y bienestar clara, precisa y fácil de entender. Sin jerga ni terminología complicada, ni afirmaciones sin fundamento. Solo hechos verificados por un equipo de profesionales de la salud con experiencia dedicados a brindarte la información correcta.
Queremos ayudarte a tomar una decisión totalmente informada y de valor. Es por eso que, a continuación, respondemos varias dudas habituales que se suelen hacer nuestros pacientes.
No hay un único “mejor tratamiento”; suele combinar antibióticos de pauta corta, corrección de déficits y un plan de hábitos (motilidad, nutrición, sueño) según tu caso.
No existe una lista universal; a corto plazo puede ayudar reducir los fermentables (FODMAPs) y los azúcares simples, siempre personalizado y sin restricciones prolongadas.
La define el Digestivo: habitualmente 10–14 días de antibiótico según el gas predominante (H₂/CH₄), más soporte nutricional y abordar la causa (motilidad, fármacos, anatomía).
Varía; muchas personas mejoran en 2–8 semanas con tratamiento y cambios de hábitos, aunque pueden existir recaídas si no se corrige el terreno.
Tratando la causa de base y combinando antibióticos cuando procede con ventanas para el MMC, actividad física, buen sueño y nutrición guiada; seguimiento para prevenir recaídas.
Hinchazón recurrente, gases, dolor y cambios en el ritmo intestinal orientan; el diagnóstico se confirma con clínica y test de aliento/aspirado bajo criterio médico.
En muchos casos los síntomas mejoran notablemente con tratamiento médico y cambios de hábitos. Algunas personas tienen recaídas; por eso insistimos en motilidad, sueño y manejo del estrés.
La disbiosis es un término amplio (desequilibrio microbiano). El SIBO es un caso concreto en el intestino delgado y se valora con test de aliento o aspirado en contextos específicos.
No. Las dietas muy restrictivas pueden ayudar a corto plazo, pero buscamos reintroducir y ampliar tolerancias cuanto antes.
Sí, y suele ayudar. Empezamos con caminar y fuerza suave, ajustando según energía y síntomas.
No siempre. Puede aparecer con hinchazón y estreñimiento sin pérdida de peso. Valoramos tu caso individualmente.
OsteoStudio es una clínica de fisioterapia privada. Si dispones de un seguro médico con reembolso, puedes acudir sin problema: tras abonar la sesión, te facilitaremos una factura para que solicites la devolución a tu mutua. El reembolso suele cubrir entre el 80% y el 90% del importe o un número determinado de sesiones al año, normalmente entre 10 y 20, según las condiciones de tu póliza. Consulta más detalles aquí.
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