Tu bienestar,
es nuestra prioridad.
OsteoStudio es una clínica de fisioterapia avanzada comprometida en mejorar la calidad de vida de las personas con cáncer. Tanto en fases iniciales como en etapas avanzadas, nuestros especialistas ayudan a recuperar funciones perdidas, aliviar el dolor, prevenir complicaciones y acompañar al paciente en su proceso.
Desarrollar la fisioterapia oncológica bajo protocolos clínicos individualizados, desde un enfoque multidisciplinar y con un equipo capacitado para abordar casos complejos. Con base en la evidencia científica y la experiencia clínica, ofrecemos al paciente un espacio terapéutico seguro, humano y de calidad.
La fisioterapia oncológica es una especialidad centrada en mejorar la calidad de vida de personas que están o han estado en tratamiento contra el cáncer. ¿Cómo lo hace? Aliviando dolor, recuperando funciones físicas perdidas, reduciendo secuelas y ayudando al cuerpo a sentirse mejor.
En OsteoStudio recibimos pacientes que llegan después de una intervención quirúrgica, como la retirada de una mama. En estos casos, trabajamos para recuperar la movilidad del hombro, de la axila, liberar la tensión que genera la cicatriz y devolverles esa libertad corporal que pensaban que habían perdido.
Cada cuerpo, cada historia y cada tratamiento oncológico genera efectos distintos. La fisioterapia oncológica se adapta a la situación real del paciente.
La fisioterapia oncológica puede indicarse en distintas fases del tratamiento y recuperación, siempre ajustada al tipo de intervención médica recibida, al estado clínico del paciente y a sus objetivos funcionales.
Uno de los contextos más frecuentes de intervención es tras la cirugía oncológica. Por ejemplo, en casos de mastectomía, el equipo fisioterapéutico trabaja sobre la recuperación de la movilidad del hombro y la axila, la liberación de adherencias y tensión cicatricial, el drenaje linfático, así como la reeducación postural y funcional.
En intervenciones torácicas, como la resección parcial de pulmón, se realiza un protocolo progresivo de reeducación respiratoria, ejercicios de expansión torácica y readaptación al esfuerzo, contribuyendo a que el paciente recupere la capacidad de caminar sin disnea.
En muchos casos, los pacientes presentan rigidez muscular generalizada, fatiga crónica o dolor persistente como efecto secundario de los tratamientos oncológicos sistémicos. En esta fase, la fisioterapia emplea técnicas de movilización suave, terapia manual, estiramientos asistidos y ejercicios adaptados para mejorar el estado físico general y favorecer una recuperación progresiva.
Estas intervenciones se planifican siempre una vez recibida la autorización del oncólogo, garantizando que el momento es clínicamente adecuado para la terapia física.
En pacientes con metástasis o tumoraciones activas que generan dolor por compresión, inflamación o restricción del movimiento, la fisioterapia tiene como finalidad aliviar el malestar y mejorar la funcionalidad.
El abordaje se realiza de forma cuidadosa, individualizada, con técnicas de analgesia, movilización adaptada y acompañamiento funcional, respetando el estado general del paciente y coordinando siempre con el equipo médico. Los resultados en este tipo de intervenciones suelen reflejar una mejora en la calidad de vida.
La evidencia científica y la experiencia clínica coinciden en los efectos positivos que tiene la fisioterapia oncológica en pacientes con cáncer, tanto durante como después del tratamiento médico.
Los tratamientos fisioterapéuticos bien planificados logran una recuperación progresiva del rango articular, la fuerza muscular y la flexibilidad, especialmente tras cirugías o periodos prolongados de inmovilidad. Asimismo, técnicas específicas de terapia manual permiten reducir el dolor relacionado con cicatrices, fibrosis o contracturas.
En intervenciones torácicas o abdominales, el trabajo respiratorio es esencial para restaurar la ventilación eficaz, evitar complicaciones como atelectasias, y mejorar la tolerancia al esfuerzo físico. El paciente recupera progresivamente la capacidad de caminar distancias mayores sin fatiga o disnea excesiva.
Diversos estudios han demostrado que la fisioterapia oncológica contribuye a mejorar el estado de ánimo, reducir la ansiedad y fortalecer la sensación de control corporal, especialmente en personas que atraviesan procesos agresivos y emocionalmente complejos. La intervención fisioterapéutica mejora el descanso, facilita el movimiento diario y promueve una mayor autonomía.
El abordaje terapéutico puede combinar diversas técnicas y herramientas, siempre ajustadas al diagnóstico, los tratamientos recibidos y los síntomas del paciente.
La movilización de tejidos blandos, el tratamiento de fibrosis y adherencias cicatriciales, así como la liberación miofascial, son técnicas habituales para recuperar la función articular y reducir molestias en la zona intervenida quirúrgicamente.
Se prescribe actividad física adaptada para recuperar el tono muscular, mejorar la coordinación y aumentar la tolerancia al esfuerzo. En fases iniciales se trabaja con ejercicios pasivos o asistidos, y progresivamente se avanza a actividad activa, funcional y controlada.
Particularmente importante tras cirugías pulmonares o en pacientes con fatiga crónica, se aplican ejercicios de expansión torácica, control diafragmático, técnicas de higiene bronquial y entrenamiento en esfuerzos aeróbicos leves.
En pacientes con riesgo de linfedema por extirpación de ganglios o tratamiento radioterápico, se aplican técnicas de drenaje manual, vendaje multicapa y ejercicios específicos para prevenir o tratar el edema linfático.
En OsteoStudio Barcelona, la fisioterapia oncológica la integramos dentro de un modelo de atención individualizado, coordinado con los equipos médicos y ajustado a las particularidades de cada caso clínico. Nuestro equipo está formado por fisioterapeutas especializados en oncología, con experiencia en el tratamiento de pacientes en diferentes fases del proceso oncológico.
Cada intervención se diseña tras una valoración funcional completa y con base en el historial clínico del paciente. Las sesiones se adaptan en intensidad, duración y objetivos según la evolución médica, priorizando siempre la seguridad y el bienestar global del paciente.
El trabajo conjunto con oncólogos, cirujanos y profesionales sanitarios garantiza una atención segura, ética y eficaz. No lo dudes más y reserva cita en nuestra clínica de fisioterapia en Barcelona, estamos muy cerca de ti.
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Los fisioterapeutas de OsteoStudio destacan por su experiencia y te ganan por su personalidad. Además de tratar a sus pacientes, colaboran en los tratamientos del resto de especialistas. Saben que haciendo equipo se llega más lejos.
Aquí van algunas respuestas.
Queremos ayudarte a tomar una decisión totalmente informada y de valor. Es por eso que, a continuación, respondemos varias dudas habituales que se suelen hacer nuestros pacientes.
Sí, en muchos casos es posible iniciar fisioterapia durante la quimioterapia, siempre que el oncólogo lo autorice. El tratamiento se adapta al estado general del paciente y se enfoca en aliviar síntomas como fatiga, dolor o pérdida de movilidad, sin interferir con el protocolo médico.
Existen algunas contraindicaciones temporales, como fiebre, neutropenia severa, sangrado activo, infecciones agudas o inestabilidad clínica. En estos casos, se pospone la intervención hasta que el estado del paciente sea seguro para el abordaje fisioterapéutico.
Los ejercicios deben ser suaves, personalizados y progresivos. Se priorizan actividades de bajo impacto como movilidad articular, respiración diafragmática, ejercicios isométricos y estiramientos suaves, evitando la fatiga excesiva o la sobrecarga.
Sí. En casos de cáncer ginecológico, urológico o digestivo, la fisioterapia especializada en suelo pélvico y abdomen puede ayudar a tratar disfunciones urinarias, intestinales, sexuales o dolor pélvico derivado de cirugías, radioterapia o cambios anatómicos.
Debe contar con formación en fisioterapia general y haber realizado especializaciones o cursos en fisioterapia oncológica, manejo de linfedema, cuidados paliativos, técnicas manuales avanzadas y ejercicio terapéutico adaptado a pacientes oncológicos.
Aunque la fisioterapia no actúa directamente sobre el sistema inmunológico, el ejercicio físico adaptado mejora la circulación, reduce el estrés y favorece un estado general más equilibrado, lo que puede contribuir positivamente al bienestar inmunológico.
Es fundamental. El fisioterapeuta enseña ejercicios, posturas y cuidados específicos para reducir el riesgo de linfedema, especialmente tras cirugías con extirpación ganglionar. También puede aplicar drenaje linfático manual y vendajes preventivos si es necesario.
Se realiza un seguimiento continuo con herramientas como escalas de dolor, test de movilidad, cuestionarios de calidad de vida, niveles de fatiga y tolerancia al esfuerzo. La evolución se ajusta sesión a sesión según la respuesta clínica del paciente.
Sí, con adaptaciones específicas. En pacientes jóvenes, la fisioterapia ayuda a preservar el desarrollo motor, prevenir secuelas funcionales, aliviar el dolor y mejorar la adaptación física y emocional al tratamiento oncológico.
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