Los síntomas más habituales son el dolor con la elevación y la rotación, rigidez matutina, dolor nocturno al apoyar el hombro y debilidad al separar el brazo. Puede haber chasquidos inocuos, sensación de bloqueo leve o fatiga al mantener el brazo alzado (teclado, ratón). Nos preocupan signos como: pérdida brusca de fuerza tras un tirón o caída (sospecha de rotura del manguito), dolor que despierta sistemáticamente pese a medidas básicas, hormigueo que baja por el brazo (posible irritación cervical o neural) o inflamación tras un traumatismo. Si detectamos banderas rojas o duda diagnóstica, coordinamos pruebas de imagen y derivación médica.