Lo típico es el dolor localizado en la base del pulgar y el borde radial de la muñeca que aumenta al agarrar, pellizcar, abrir tarros, cambiar pañales, levantar al bebé o al usar el móvil con una mano. Puede haber inflamación, sensación de “tirón” al mover el pulgar e incluso debilidad de la pinza. Conviene consultar si el dolor dura más de 1–2 semanas, si te limita para trabajar o cuidar del bebé, o si notas pérdida de fuerza. Un abordaje temprano evita la cronificación y reduce el tiempo de baja.