Tendinopatía rotuliana

Tendinopatía rotuliana

Revisado clínicamente por
Virginia Millán Carretero

Escrito por
Equipo OsteoStudio

Actualizado el
23 Septiembre, 2025

¿Dolor justo debajo de la rótula que empeora al correr o saltar? La tendinopatía rotuliana es frecuente en deportistas y también en personas con vida activa. En OsteoStudio, nuestra clínica de fisioterapia en Barcelona, combinamos una valoración precisa, ejercicio terapéutico por fases y tecnologías de apoyo para recuperar la fuerza del tendón rotuliano y volver a tus actividades con seguridad.

¿Qué es la tendinopatía rotuliana?

La tendinopatía rotuliana —conocida como “rodilla de saltador”— es una lesión por sobreuso del tendón rotuliano, el tejido que une la rótula (patela) con la tibia y transmite la fuerza del cuádriceps para extender la rodilla. Se caracteriza por un dolor localizado en el polo inferior de la rótula, que aparece o aumenta con la carga elástica (saltos, cambios de ritmo, bajadas de escaleras, sentadillas profundas). A diferencia de otras patologías de rodilla, el dolor suele estar muy focalizado y es sensible a la palpación en ese punto.

Si te reconoces en esta descripción y notas que el dolor mejora al reducir la carga pero vuelve cuando intentas “apretar”, es muy probable que estemos ante una tendinopatía rotuliana. Nuestro objetivo será modular la carga y reentrenar el tendón con un programa progresivo.

Síntomas y señales de alerta

Los síntomas más típicos de la tendinopatía rotuliana son:

  • Dolor punzante o quemazón debajo de la rótula, al saltar, esprintar o al hacer un decline squat (sentadilla en plano inclinado).

  • Rigidez al iniciar la actividad, que mejora al calentar, pero reaparece tras esfuerzos intensos.

  • Molestia al bajar escaleras o tras estar mucho tiempo sentado con la rodilla flexionada.

  • Sensibilidad marcada a la palpación del polo inferior rotuliano.

Señales de alarma (derivación/estudio médico): dolor brusco con chasquido (sospecha de rotura parcial), bloqueo articular, derrame importante, fiebre o dolor nocturno no mecánico.

Causas y factores de riesgo

La causa principal es la sobrecarga: aumentos rápidos del volumen o la intensidad (más saltos, cuestas, cambios de superficie) sin tiempo de adaptación. Influyen además:

  • Técnica deficiente de salto/aterrizaje y control lumbopélvico.

  • Rigidez de cuádriceps e isquiosurales, o falta de fuerza en glúteo medio/máximo que altera la cadena cinética.

  • Calzado y superficies demasiado rígidas.

  • Historial de tendinopatías, estrés, descanso insuficiente o cambios hormonales.

  • En adolescentes deportistas, el crecimiento rápido puede aumentar la demanda sobre el complejo extensor.

Trabajaremos sobre lo que sí puedes controlar: la dosificación de la carga, la técnica y la fuerza específica.

Diagnóstico en fisioterapia

Empezamos con una historia clínica detallada (qué lo empeora, qué lo alivia, evolución) y una exploración centrada en:

  • Palpación del polo inferior de la rótula (dolor muy localizado).

  • Single-leg decline squat (sentadilla unipodal en plano inclinado): reproduce el síntoma y nos ayuda a objetivar cambio con el tratamiento.

  • Tests de salto (drop jump, hop tests) y control motor.

  • Fuerza del cuádriceps (dinamometría si procede) y de cadera.

  • VISA-P: cuestionario específico (0–100) para medir gravedad y progreso cada 4–6 semanas.

La ecografía o la RM pueden mostrar cambios del tendón (engrosamiento, hipo/hiper-ecogenicidad), pero no siempre se correlacionan con el dolor. Las pedimos si hay dudas diagnósticas, sospecha de rotura o falta de respuesta al plan de carga.

Tratamiento en OsteoStudio

El pilar del tratamiento es el ejercicio terapéutico dosificado. No hay atajos: un tendón se adapta a cargas progresivas. Integramos educación, control de dolor y una progresión clara desde isométricos hasta pliometría y retorno al deporte. Según el caso, apoyamos con Indiba, punción seca, BFR (entrenamiento con restricción del flujo sanguíneo), cinta rotuliana u otras técnicas, siempre como complemento del plan activo.

Fase 1: control del dolor y de la carga

En esta etapa buscamos bajar la irritabilidad sin desentrenar. Reducimos (temporalmente) los saltos y las acciones explosivas, manteniendo una actividad tolerable. Los isométricos de cuádriceps (por ejemplo, extensión de rodilla mantenida a 60–70% de esfuerzo, 5 repeticiones de 30–45 s) suelen producir analgesia transitoria y nos permiten empezar a trabajar sin aumentar el dolor. Educación clave: el dolor durante el ejercicio puede ser aceptable si se mantiene en un rango tolerable y no se dispara en las 24 h siguientes.

Fase 2: fuerza y control

Progresamos a carga pesada y lenta (HSR) y/o protocolos excéntricos. Buscamos 2–3 días/semana de trabajo de fuerza, con repeticiones controladas, RIR (reps in reserve) ajustado y progresión semanal. Añadimos trabajo de cadera y core, y técnica de aterrizaje. El BFR puede ayudarnos a entrenar fuerza con menos carga externa en fases de dolor, manteniendo el estímulo.

Fase 3: pliometría y retorno progresivo al deporte

Cuando la VISA-P sube de forma estable y las cargas submáximas son bien toleradas, introducimos pliometría (saltos bipodales → unipodales, planos → multidireccionales, poca → mayor altura) y cambios de ritmo. Aquí ajustamos el calendario de competición y la exposición a gestos específicos (baloncesto, voleibol, running en bajadas).

Indiba, punción seca y cinta rotuliana

Si las consideramos, siempre con expectativas realistas y sin sustituir al plan activo.

  • Indiba/terapia por radiofrecuencia: útil para modular el dolor y permitir entrar antes en la carga activa.

  • Punción seca: puede disminuir puntos gatillo en cuádriceps y mejorar la tolerancia al ejercicio.

  • Cinta/brace rotuliano: en algunos casos reduce el dolor en actividades concretas; es sintomático, no “cura” el tendón.

  • ESWT (ondas de choque), PRP o parches de nitroglicerina (GTN) se valoran individualmente cuando el progreso con ejercicio es limitado.

¿Cuánto tarda en curarse? Tiempos reales y expectativas

La recuperación de una tendinopatía rotuliana no es lineal. De forma orientativa:

  • 4–6 semanas: mejora clara del dolor con buena adherencia a isométricos y control de carga.

  • 8–12 semanas: avances sólidos en fuerza (HSR/excéntricos) y funcionalidad.

  • 12–24 semanas: retorno progresivo a saltos exigentes y competición, según el deporte y los antecedentes.

Algunos casos llevan más tiempo, especialmente si la lesión es crónica, hay picos de entrenamiento frecuentes o baja adherencia. Nuestro papel es ajustar las fases, evitar recaídas y darte claridad sobre cada paso.

Prevención y mantenimiento: técnica, progresión de carga y movilidad

Una vez superada la fase sintomática, mantenemos 1–2 sesiones semanales de fuerza para cuádriceps y cadera, revisamos la técnica de salto/aterrizaje, controlamos la progresión de volumen (regla del 10–15% para semanas de carga), trabajamos la movilidad de cadera/tobillo y programamos “semanas bisagra” cuando la agenda deportiva se dispara. La prevención es, en realidad, una continuidad del tratamiento.

¿Cuándo derivamos al traumatólogo?

Si tras 3–6 meses de plan activo bien ejecutado la mejora es insuficiente, valoramos opciones como ESWT o PRP junto al equipo médico. La cirugía (tenotomía/debridamiento) es la última alternativa en casos resistentes o con roturas parciales relevantes. En todo momento te explicamos beneficios, límites y tiempos reales de cada opción.

Cómo trabajamos tu caso en OsteoStudio

En la primera visita realizamos una valoración funcional completa, fijamos los objetivos y te llevas un plan claro por fases desde el primer día. Te acompañamos con sesiones presenciales (terapia manual cuando procede, Indiba, punción seca) y un programa de ejercicios con progresiones y seguimiento de VISA-P. Nuestro foco es que recuperes la confianza y el rendimiento, no solo quitar el dolor.

Conclusión

La tendinopatía rotuliana se supera con una dosificación de la carga y ejercicio bien planificado. No existen atajos: el progreso llega al combinar la analgesia inicial, la fuerza progresiva, y la pliometría antes del retorno al deporte. Los tiempos son variables, pero con constancia y una progresión clara, la mayoría recupera su nivel de actividad sin dolor relevante. En OsteoStudio te acompañamos con un itinerario por fases, objetivos medibles y ajustes semana a semana; si la evolución se estanca, valoramos alternativas médicas y coordinamos el siguiente paso. Nuestro objetivo no es solo quitar el dolor, sino devolverte confianza, fuerza y rendimiento de forma sostenible.

Pide cita para tratar la tendinopatía rotuliana en Barcelona

No dejes que el dolor bajo la rótula frene tu progreso. Si tienes una tendinopatía rotuliana, reserva tu primera sesión en OsteoStudio y empieza con un plan de recuperación claro desde el primer día.

Nuestra clínica de fisioterapia está ubicada en el corazón de L’Eixample, muy cerca de ti, en Carrer de Balmes, 24, 1-1, 08007 Barcelona — junto a Gran Via de les Corts Catalanes.

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¿Por qué colaboramos con revisores médicos?

Nuestra misión es ofrecerte información de salud y bienestar clara, precisa y fácil de entender. Sin jerga ni terminología complicada, ni afirmaciones sin fundamento. Solo hechos verificados por un equipo de profesionales de la salud con experiencia dedicados a brindarte la información correcta.

Preguntas frecuentes

Queremos ayudarte a tomar una decisión totalmente informada y de valor. Es por eso que, a continuación, respondemos varias dudas habituales que se suelen hacer nuestros pacientes.

Suele mejorar en 8–12 semanas y el retorno pleno puede requerir 12–24 semanas, según cronicidad, adherencia al tratamiento y demandas del deporte.

Con ejercicio terapéutico progresivo y gestión de la carga (isométricos → fuerza/HSR → pliometría). Adyuvantes (Indiba, punción seca, cinta) pueden ayudar; la cirugía es la última opción.

Sí, si es tolerable y no aumenta el dolor a 24 h. Ajusta la distancia/ritmo/superficie; si molesta, fracciona o cambia temporalmente de actividad.

No. Normalmente ajustamos la actividad para mantener una carga tolerable sin empeorar a 24 h. El reposo absoluto prolongado debilita el tendón.

Dan analgesia temporal y permiten entrenar. El cambio duradero llega con la fuerza progresiva (HSR/excéntricos) y, después, pliometría.

Cuando toleras las cargas de fuerza sin rebrote a 24 h, tu VISA-P mejora y superas una batería de saltos y pruebas funcionales sin dolor significativo. Lo programamos contigo.

En adolescentes deportistas es común. Ajustamos las cargas, la técnica y la fuerza de cadera/cuádriceps; la comunicación con entrenadores y familia es clave.

OsteoStudio es una clínica de fisioterapia privada. Si dispones de un seguro médico con reembolso, puedes acudir sin problema: tras abonar la sesión, te facilitaremos una factura para que solicites la devolución a tu mutua. El reembolso suele cubrir entre el 80% y el 90% del importe o un número determinado de sesiones al año, normalmente entre 10 y 20, según las condiciones de tu póliza. Consulta más detalles aquí.

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