Los síntomas más típicos de la tendinopatía rotuliana son:
Dolor punzante o quemazón debajo de la rótula, al saltar, esprintar o al hacer un decline squat (sentadilla en plano inclinado).
Rigidez al iniciar la actividad, que mejora al calentar, pero reaparece tras esfuerzos intensos.
Molestia al bajar escaleras o tras estar mucho tiempo sentado con la rodilla flexionada.
Sensibilidad marcada a la palpación del polo inferior rotuliano.
Señales de alarma (derivación/estudio médico): dolor brusco con chasquido (sospecha de rotura parcial), bloqueo articular, derrame importante, fiebre o dolor nocturno no mecánico.